24 de abril de 2011

Cuidemos Nuestra Salvación

Todos tenemos cosas valiosas. Unas más valiosas que otras. Los cierto es que entre más valiosas sean más las cuidamos. Ponte a pensar ¿Dejarías tu carro nuevo afuera de la calle en un lugar peligroso? ¿Dejarías encargado a un extraño a tu hijo pequeño? Estoy seguro que no.

El dinero está en el banco. Las personas guardan joyas en cajas fuertes. Hay gente que se asegura una parte de su cuerpo por millones de dólares. Eso pasa cuando algo es muy valioso para nosotros. 

Como cristianos lo más valioso que tenemos es nuestra salvación. Así como cuidamos las cosas más valiosas de nuestra vida terrenal, debemos cuidar lo más valioso de nuestra vida espiritual (aún con mucho más esmero).  

La salvación significa que Dios nos tiró el salvavidas mientras nos hundíamos en las aguas del pecado. Hoy en día estamos agarrados a ese salvavidas que mantiene nuestra vida espiritual flotando. Pero no significa que por estar agarrados no podamos soltarnos en algún momento. Por eso debemos cuidar nuestra salivación.

Miremos una escritura…

Hebreos 2: 1-4
1Por esta causa debemos prestar mucha más atención al mensaje que hemos oído, para que no nos apartemos del camino. 2Los mandamientos que Dios dio en otros tiempos por medio de los ángeles, tenían fuerza de ley, y quienes pecaron y los desobedecieron fueron castigados justamente. 3¿Cómo, pues, escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? Pues el mismo Señor fue quien anunció primero esta salvación, la cual después confirmaron entre nosotros los que oyeron ese mensaje. 4Además, Dios la ha confirmado con señales, maravillas y muchos milagros, y por medio del Espíritu Santo, que nos ha dado de diferentes maneras, conforme a su voluntad.

El libro de hebreos se escribe a cristianos que estaban débiles espiritualmente. Eran cristianos que en medio de las pruebas comenzaban a dudar de su Fe. Por eso la exhortación “Debemos prestar mucha atención al mensaje que hemos oído para que no nos apartemos del camino”…

Lo primero que debemos hacer para cuidar nuestra salvación es “prestar atención al mensaje”…El propósito de Dios es que no nos olvidemos de lo que recibimos al inicio para que no nos apartemos del camino. Debemos abrazar el mensaje y vivirlo cada día.

En tiempos antiguos los ángeles comunicaron un mensaje de parte de Dios, algunos lo escucharon, pero se apartaron y fueron castigados justamente por eso.

El mensaje que tenemos como cristianos no fue mandado por ángeles, sino por Dios mismo… Efesios 1, nos habla de todas las bendiciones que recibimos cuando nos bautizamos, espiritualmente somos millonarios, bendecidos, formamos parte de un remanente privilegiado que tiene los boletos en sus manos para ir al cielo, disfrutamos las bendiciones de la generosidad de Dios cada día. Sin embargo todo eso costó sangre y la vida de un hombre inocente en una cruz. No podemos vivir como si nuestra salvación fuera algo sin valor, debemos cuidarla como quien cuida la cosa más valiosa en el mundo.

Tener una actitud indiferente respecto al pecado, no es cuidar nuestra salvación.

Los Israelitas, comenzaron a quejarse una vez libres de la esclavitud. Estaban libres, habían sido salvos, pero no había gratitud en sus corazones. Fueron libertados, pero querían regresar a Egipto. Dios se enojó tanto con esa generación que dijo “No van a entrar”. El castigo de Dios fue justo, porque ellos no apreciaron.

Satanás no quiere que nos salvemos, podemos perder nuestra vitalidad espiritual en cosas pequeñas y sutiles:
·         Un tiempo con Dios inconstante
·        Comodidad (dice la biblia que debemos servir al señor con corazón ferviente  Ro.12:11).
·                    Falta de lectura bíblica 
                     Pecado que no es confesado

¿Si hoy viniera el novio? Como encontraría nuestras lámparas.
¿Cómo está nuestra llama? Debemos de avivarla y cuidar que no se apague. 

Apocalipsis 2:10
No tengas miedo de lo que vas a sufrir, pues el diablo meterá en la cárcel a algunos de ustedes, para que todos ustedes sean puestos a prueba; y tendrán que sufrir durante diez días. Mantente fiel hasta la muerte, yo te daré la vida como premio.

Hay un premio a la fidelidad…”Te daré la vida como premio”…
Es increíble porque Dios nos dice que puede ser difícil, pero que hay un premio que vale la pena. Ej. ¿De qué equipo de futbol eres? ¿Le eres fiel a tu equipo solo cuando todo va bien? Los verdaderos fanáticos son los que están allí aunque no haya nadie apoyando. Aunque la temporada sea difícil.

Pase lo que pase en tu vida Hermano te animo a mantenerte fiel a Dios. Ha no renunciar a pesar de las pruebas, a hacer una evaluación de tu vida para ver si estás firme en la Fe y cuidar lo más preciado que tenemos que es nuestra salvación. Puede ser difícil, puede implicar esfuerzo, pero vale la pena hacerlo. A demás hay un premio que nos debe motivar cada día.

Judas 1:24-25
El Dios único, Salvador nuestro, tiene poder para cuidar de que ustedes no caigan, y para presentarlos sin mancha y llenos de alegría ante su gloriosa presencia.25 A él sea la gloria, la grandeza, el poder y la autoridad, por nuestro Señor Jesucristo, antes, ahora y siempre. Amén.

Dios tiene el poder, pero debemos tomar ese poder de Dios y dejar que actúe en nosotros.

Dios nos ama y desea vernos a todos en el cielo, por eso nos exhorta a  “Cuidar tu salvación” Ej. A los niños les decimos que cuiden sus regalos, porque nos costaron a nosotros, así pasa con Dios, el nos pide que cuidemos nuestra salvación porque la salvación le costó mucho a Él.

Hay un lugar esperando, una cena, una corona, unas habitaciones y un maestro esperando darnos la bienvenida en el cielo, esperando que hagamos efectiva la salvación que hoy tenemos. ¡Cuidémosla, Vale la pena hacerlo!