26 de junio de 2011

Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios.

    "Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios. (Mateo 5:8)

Todos los cristianos tenemos la esperanza de un día encontrarnos con Dios. No sabemos cómo será ese momento pero lo imaginamos como algo extraordinario. Cada cosa que hacemos está enfocada en cumplir esa meta.

Sin embargo, aunque todos tenemos ese deseo, no todos lo podremos lograr si no tenemos un corazón limpio.  Jesús nos reta y nos anima a escudriñar entre las profundidades de nuestro corazón.

Cuando era pequeño mis hermanos y yo ayudábamos a mi mamá a limpiar la casa. A mí me tocaba limpiar, a mi hermana cocinar, y a mi hermano menor lavar los trastes. Tengo una madre que le gusta tener todo impecable, así que cuando mi mamá me estaba viendo, yo limpiaba bien y con esmero, pero cuando daba la vuelta metía el polvo debajo de la cama. El resultado era que cuando ella miraba lo que había limpiado parecía que había hecho un gran trabajo, pero en verdad estaba escondiendo el polvo en el lugar menos visible.


A veces hacemos lo mismo con nuestro corazón. Aparenta estar limpio por fuera, pero adentro hay residuos que no hemos sacado (algunos de ellos en años). Tarde o temprano eso nos aleja de Dios porque un cristiano está diseñado para estar limpio y no para esconder suciedad. (Efesios 5:10-11  Examinen siempre qué es lo que agrada al Señor. No compartan la conducta estéril de los que son de la oscuridad; más bien sáquenla a la luz).

¿Por qué se van los hermanos de la Iglesia?
Podríamos mencionar rápidamente la principal causa “Pecado”, pero si todos pecamos a diario ¿Por qué no todos nos vamos de la Iglesia? La diferencia radica en el versículo nueve de primera de Juan  “pero si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad”.

¡Dios nos limpia a través de la Confesión! La confesión es como agarrar una escoba y limpiar lo que hay allí adentro. Siempre que estemos arrepentidos, siempre que vivíamos en la Luz, siempre que confesemos nuestros pecados, vamos a estar seguros que Dios que es Justo nos perdonará. Eso es honestidad espiritual, eso permite que otros te ayuden y al final afirma tus pies en el reino.

En lo personal he experimentado muchas etapas en mi vida espiritual, pero siempre he tratado de sacar a la luz lo que hay adentro, he sido ayudado, retado y animado. No ha sido fácil, pero ha quitado el polvo que se acumula en mi corazón.

Limpiar nuestro corazón lo debemos hacer constantemente ¿Acaso limpias tu cuarto una vez para no tener que limpiarlo jamás? (espero que digas que no) Limpiar nuestro corazón no es algo que debemos hacer una vez y nada más, lo debemos hacer cuando sintamos que algo lo ha ensuciado. Recuerda “Dios conoce nuestro corazón” Dios sabe si necesita una pequeña limpiada.

Quiero animarte. A veces no es fácil limpiar nuestro corazón. Si nos enfocamos en “mi reputación” “mi título en la iglesia” “que dirán” estamos en el camino equivocado. Si algo nos debe motivar a hacerlo debe ser porque un día queramos ver a Dios. Esa debe ser nuestra máxima motivación.

Imagínate el momento en el cielo. Qué especial será escuchar tu nombre nuevo, comer del banquete, sentir cuando el Maestro pone una corona en tu cabeza. Ese día no habrá llantos, no habrá tristeza, lo viejo habrá quedado atrás. Definitivamente estaremos felices de haber tenido un corazón limpio en la tierra, levantaremos la mirada y miraremos fijamente a nuestro creador.