Todos
tenemos cosas valiosas. Unas más valiosas que otras. Los cierto es que entre más
valiosas sean más las cuidamos. Ponte a pensar ¿Dejarías tu carro nuevo afuera
de la calle en un lugar peligroso? ¿Dejarías encargado a un extraño a tu hijo pequeño?
Estoy seguro que no.
El dinero está en el banco. Las personas
guardan joyas en cajas fuertes. Hay gente que se asegura una parte de su cuerpo
por millones de dólares. Eso pasa cuando algo es muy valioso para nosotros.
Como
cristianos lo más valioso que tenemos es nuestra salvación. Así como cuidamos
las cosas más valiosas de nuestra vida terrenal, debemos cuidar lo más valioso
de nuestra vida espiritual (aún con mucho más esmero).
La salvación significa que Dios nos tiró el
salvavidas mientras nos hundíamos en las aguas del pecado. Hoy en día estamos
agarrados a ese salvavidas que mantiene nuestra vida espiritual flotando. Pero no
significa que por estar agarrados no podamos soltarnos en algún momento. Por eso debemos cuidar nuestra salivación.
Miremos
una escritura…
Hebreos 2: 1-4
1Por esta causa debemos prestar
mucha más atención al mensaje que hemos oído, para que no nos apartemos del
camino. 2Los mandamientos que Dios dio en otros tiempos por medio de
los ángeles, tenían fuerza de ley, y quienes pecaron y los desobedecieron
fueron castigados justamente. 3¿Cómo, pues, escaparemos nosotros, si
descuidamos una salvación tan grande? Pues el mismo Señor fue quien anunció
primero esta salvación, la cual después confirmaron entre nosotros los que
oyeron ese mensaje. 4Además, Dios la ha confirmado con señales,
maravillas y muchos milagros, y por medio del Espíritu Santo, que nos ha dado
de diferentes maneras, conforme a su voluntad.
El libro de
hebreos se escribe a cristianos que estaban débiles espiritualmente. Eran cristianos
que en medio de las pruebas comenzaban a dudar de su Fe. Por eso la exhortación
“Debemos prestar mucha atención al mensaje que hemos oído para que no
nos apartemos del camino”…
Lo primero que debemos hacer para cuidar
nuestra salvación es “prestar atención al mensaje”…El propósito de Dios es que no nos olvidemos de lo que recibimos al
inicio para que no nos apartemos del camino. Debemos abrazar el mensaje y vivirlo
cada día.
En
tiempos antiguos los ángeles comunicaron un mensaje de parte de Dios, algunos
lo escucharon, pero se apartaron y fueron castigados justamente por eso.
El
mensaje que tenemos como cristianos no fue mandado por ángeles, sino por Dios
mismo… Efesios 1, nos habla de todas las bendiciones
que recibimos cuando nos bautizamos, espiritualmente somos millonarios,
bendecidos, formamos parte de un remanente privilegiado que tiene los boletos en
sus manos para ir al cielo, disfrutamos las bendiciones de la generosidad de
Dios cada día. Sin embargo todo eso costó sangre y la vida de un hombre
inocente en una cruz. No podemos vivir como si nuestra salvación fuera algo sin
valor, debemos cuidarla como quien cuida la cosa más valiosa en el mundo.
Tener una actitud indiferente respecto al
pecado, no es cuidar nuestra salvación.
Los Israelitas, comenzaron a quejarse una vez
libres de la esclavitud. Estaban libres, habían
sido salvos, pero no había gratitud en sus corazones. Fueron libertados,
pero querían regresar a Egipto. Dios se enojó tanto con esa generación que dijo
“No van a entrar”. El castigo de Dios fue justo, porque ellos no apreciaron.
Satanás
no quiere que nos salvemos, podemos perder nuestra vitalidad espiritual en
cosas pequeñas y sutiles:
·
Un tiempo con Dios
inconstante
· Comodidad (dice la biblia que debemos servir al señor
con corazón ferviente Ro.12:11).
·
Falta de lectura bíblica
Pecado que no es confesado
¿Si hoy viniera el novio? Como encontraría
nuestras lámparas.
¿Cómo está nuestra llama? Debemos de
avivarla y cuidar que no se apague.
Apocalipsis
2:10
No tengas
miedo de lo que vas a sufrir, pues el diablo meterá en la cárcel a algunos de ustedes,
para que todos ustedes sean puestos a prueba; y tendrán que sufrir durante diez
días. Mantente fiel hasta la muerte, yo te daré la vida como premio.
Hay un premio a la
fidelidad…”Te daré la vida como premio”…
Es increíble porque
Dios nos dice que puede ser difícil, pero que hay un premio que vale la pena. Ej. ¿De qué equipo de futbol eres? ¿Le
eres fiel a tu equipo solo cuando todo va bien? Los verdaderos fanáticos son
los que están allí aunque no haya nadie apoyando. Aunque la temporada sea difícil.
Pase lo que pase en tu
vida Hermano te animo a mantenerte fiel a Dios. Ha no renunciar a pesar de las
pruebas, a hacer una evaluación de tu vida para ver si estás firme en la Fe y cuidar
lo más preciado que tenemos que es nuestra salvación. Puede ser difícil, puede
implicar esfuerzo, pero vale la pena hacerlo. A demás hay un premio que nos
debe motivar cada día.
Judas 1:24-25
El Dios único, Salvador
nuestro, tiene poder para cuidar de que ustedes no caigan, y para presentarlos sin mancha y
llenos de alegría ante su gloriosa presencia.25 A él sea la gloria, la grandeza, el poder y la
autoridad, por nuestro Señor Jesucristo, antes, ahora y siempre. Amén.
Dios tiene el poder,
pero debemos tomar ese poder de Dios y dejar que actúe en nosotros.
Dios nos ama y desea
vernos a todos en el cielo, por eso nos exhorta a “Cuidar tu salvación” Ej. A los niños les
decimos que cuiden sus regalos, porque nos costaron a nosotros, así pasa con
Dios, el nos pide que cuidemos nuestra salvación porque la salvación le costó
mucho a Él.
Hay
un lugar esperando, una cena, una corona, unas habitaciones y un maestro esperando
darnos la bienvenida en el cielo, esperando que hagamos efectiva la salvación que
hoy tenemos. ¡Cuidémosla, Vale la pena hacerlo!