24 de mayo de 2011

¿Conoces a Lucas?

No erraríamos mucho si dijéramos que el tercer evangelio es la mejor vida de Cristo que se haya escrito jamás.

Lucas era gentil; tiene la característica exclusiva de ser el único escritor del Nuevo Testamento que no era judío. Era médico de profesión (Colosenses 4:14), y tal vez eso era lo que le daba la gran ternura que poseía. Lucas tenia la conexión con la gente que se desprende de un medico de vocación.


El libro está dedicado a un hombre que se llamaba Teófilo. Se le llama Excelentísimo Señor, que era el título que se daba normalmente a los altos funcionarios del gobierno romano. No hay duda de que Lucas escribió su libro para hacerle saber más de Jesús a un honrado buscador; y tal semblanza de Jesús le dio a Teófilo, que debe de haber atraído su corazón más cerca del Jesús del que ya tenía noticias.

Lucas presenta a Jesús como el perfecto Sacrificio por todo el mundo. Es sobre todo en Lucas donde se derriban las barreras, y Jesús es para los judíos y para los
gentiles, para los piadosos y para los pecadores igualmente. Es el Salvador del mundo. Tengámoslo presente al reseñar las características de este evangelio.

Por todo lo dicho Lucas es el más fácil de leer de los cuatro evangelios. Fue escrito no para los judíos, sino para personas parecidas a nosotros.

Características del evangelio de Lucas:
  • EL EVANGELIO DE LA ORACIÓN
 El evangelio de Lucas es especialmente el evangelio de la oración. Lucas nos presenta a Jesús orando en todos los momentos decisivos e importantes de su vida:
·         En su bautismo (3:21); antes de su primer enfrentamiento con los fariseos (5:16);
·         Antes de escoger a los Doce (6:12);
·     Antes de preguntarles a sus discípulos quién creían que era Él, y de anunciarles su   muerte por primera vez (9:18);
·         En la Transfiguración (9:29),
·         En la Cruz (23:46).
·         Lucas es el único que nos dice que Jesús había orado por Pedro cuando fue probado (22:32).

Y las parábolas que tratan de la oración -la del Amigo Importuno (11:5-13) y la del Juez Injusto (18:1-8)- sólo se encuentran en Lucas. Para él, la puerta, siempre abierta de la oración era una 
de las más preciosas del mundo.
  • EL EVANGELIO DE LAS MUJERES
En Palestina, el lugar que ocupaban las mujeres era bajo. En la oración de la mañana, el judío le da gracias a Dios porque no le ha hecho gentil, o esclavo, o mujer.» Pero Lucas les da a las mujeres un lugar muy especial. La historia de la Navidad se nos cuenta desde el punto de vista de María, mientras que en Mateo es del de José (cp. Mateo 1:18-2:23, con Lucas 1 y 2).

Es en Lucas donde leemos acerca de Elisabeth (capítulo 1), de Ana (2:36-38), de la viuda de Naín (7:11-17) y de la mujer que ungió los pies de Jesús en la casa del fariseo Simón (7:36-50). Es Lucas el que nos hace vívidos los retratos de Marta y María y de María Magdalena, y el único que nos menciona a Juana, Susana y las otras mujeres que seguían a Jesús (8:2-3).
  • EL EVANGELIO DE LA ALABANZA
En Lucas aparece la frase alabar a Dios con más frecuencia que en todo el resto del Nuevo Testamento junto.
  • EL EVANGELIO UNIVERSAL
Pero la característica más sobresaliente de Lucas es que es el evangelio universal: desaparecen todas las barreras, y Jesucristo es para todo el mundo, sin distinción.

El Reino de los Cielos no se les cierra a los samaritanos (Lucas 9:51-56). Lucas es el único que nos cuenta la parábola del Buen Samaritano (10:30-37). El único leproso agradecido era samaritano (17:11-19). Juan alude a que los judíos no se tratan con los samaritanos (Juan 4:9); pero Lucas se niega a cerrarle la puerta a nadie.

Lucas nos muestra a Jesús hablando con aprecio de los gentiles, a los que un judío habría considerado impuros. Nos presenta a Jesús citando a la viuda de Sarepta y al sirio Naamán como brillantes ejemplos (4:25-27), y alabando al centurión romano por tener más fe que nadie en todo Israel (7:9). Lucas nos conserva aquella gran afirmación de Jesús de que «vendrán del Oriente y del Occidente, del Norte y del Sur, y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios» (13:29).

Lucas tiene un interés prioritario en los pobres. Cuando María trae la ofrenda para su purificación, es la de los pobres (2:24). Cuando Jesús les está presentando, como si dijéramos, sus credenciales a los emisarios de Juan el Bautista, el clímax es:« a los pobres se les anuncia el Evangelio» (7:22). Lucas es el único que nos cuenta la parábola del Rico y Lázaro (16:1931). En el pasaje de las bienaventuranzas, Lucas no pone, como Mateo (5:3): «Bienaventurados los pobres en espíritu»; sino «Bienaventurados vosotros los pobres» (Lucas 6:20). Algunos han llamado a Lucas «el evangelio de los marginados». Y es verdad que a Lucas se le conmueve el corazón ante cualquiera que se enfrenta con la vida en inferioridad de condiciones.

Por encima de todo Lucas nos presenta a Jesús como el amigo de los marginados y de los pecadores. Lucas es el único que nos habla de la mujer que ungió los pies de Jesús y los lavó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos en casa del fariseo Simón (7:36-50); de Zaqueo, el publicano colaboracionista (19:1-10); del ladrón arrepentido (23:43), y Lucas es el único que nos ha conservado la inmortal parábola del Hijo Pródigo y de su amante padre (15:11-32). Cuando Mateo nos cuenta que Jesús envió a predicar a sus discípulos, nos dice que Jesús les advirtió expresamente que no fueran a los samaritanos ni a los gentiles (Mateo 10:5); pero Lucas omite esa limitación (9:1-6). Los cuatro evangelistas citan el pasaje de Isaías 40 cuando dan el mensaje de Juan el Bautista: «Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas»; pero sólo Luca sigue la cita hasta su conclusión triunfal: « Y verá toda carne -es decir, todo el género humano- la salvación de Dios» (Isaías 40:35; Mateo 3: 3; Marcos 1:3; Juan 1:23; Lucas 3: 4, 6).

Sin duda alguna Lucas es un libro maravilloso que vale la pena leer tomando en cuenta lo antes mencionado. Definitivamente Lucas es entre todos los evangelistas el que no le ve límites al amor de Dios.