No erraríamos mucho si dijéramos que el
tercer evangelio es la mejor vida de Cristo que se haya escrito jamás.
Lucas era gentil; tiene la característica
exclusiva de ser el único escritor del Nuevo Testamento que no era judío. Era
médico de profesión (Colosenses 4:14), y tal vez eso era lo que le daba la gran
ternura que poseía. Lucas tenia la conexión con la gente que se desprende de un
medico de vocación.
El libro está dedicado a un hombre que se
llamaba Teófilo. Se le llama Excelentísimo Señor, que era el título que se daba
normalmente a los altos funcionarios del gobierno romano. No hay duda de que
Lucas escribió su libro para hacerle saber más de Jesús a un honrado buscador;
y tal semblanza de Jesús le dio a Teófilo, que debe de haber atraído su corazón
más cerca del Jesús del que ya tenía noticias.
Lucas presenta a Jesús como el perfecto Sacrificio
por todo el mundo. Es sobre todo en Lucas donde se derriban las barreras, y
Jesús es para los judíos y para los
gentiles, para los piadosos y para los
pecadores igualmente. Es el Salvador del mundo. Tengámoslo presente al reseñar
las características de este evangelio.
Por
todo lo dicho Lucas es el más fácil de leer de los cuatro evangelios. Fue
escrito no para los judíos, sino para personas parecidas a nosotros.
Características del evangelio de Lucas:
- EL EVANGELIO DE LA ORACIÓN
El evangelio de Lucas es especialmente el
evangelio de la oración. Lucas nos presenta a Jesús orando en todos los
momentos decisivos e importantes de su vida:
·
En
su bautismo (3:21); antes de su primer enfrentamiento con los fariseos (5:16);
·
Antes
de escoger a los Doce (6:12);
· Antes
de preguntarles a sus discípulos quién creían que era Él, y de anunciarles su
muerte por primera vez (9:18);
·
En
la Transfiguración (9:29),
·
En
la Cruz (23:46).
·
Lucas
es el único que nos dice que Jesús había orado por Pedro cuando fue probado
(22:32).
Y las parábolas que tratan de la oración -la
del Amigo Importuno (11:5-13) y la del Juez Injusto (18:1-8)- sólo se
encuentran en Lucas. Para él, la puerta, siempre abierta de la oración era una
de
las más preciosas del mundo.
- EL EVANGELIO DE LAS MUJERES
En Palestina, el lugar que ocupaban las
mujeres era bajo. En la oración de la mañana, el judío le da gracias a Dios
porque no le ha hecho gentil, o esclavo, o mujer.» Pero Lucas les da a las
mujeres un lugar muy especial. La historia de la Navidad se nos cuenta desde el
punto de vista de María, mientras que en Mateo es del de José (cp. Mateo
1:18-2:23, con Lucas 1 y 2).
Es en Lucas donde leemos acerca de Elisabeth
(capítulo 1), de Ana (2:36-38), de la viuda de Naín (7:11-17) y de la mujer que
ungió los pies de Jesús en la casa del fariseo Simón (7:36-50). Es Lucas el que
nos hace vívidos los retratos de Marta y María y de María Magdalena, y el único
que nos menciona a Juana, Susana y las otras mujeres que seguían a Jesús (8:2-3).
- EL EVANGELIO DE LA ALABANZA
En Lucas aparece la frase alabar a Dios con
más frecuencia que en todo el resto del Nuevo Testamento junto.
- EL EVANGELIO UNIVERSAL
Pero la característica más sobresaliente de
Lucas es que es el evangelio universal: desaparecen todas las barreras, y
Jesucristo es para todo el mundo, sin distinción.
El
Reino de los Cielos no se les cierra a los samaritanos (Lucas 9:51-56).
Lucas es el único que nos cuenta la parábola del Buen Samaritano (10:30-37). El
único leproso agradecido era samaritano (17:11-19). Juan alude a que los judíos
no se tratan con los samaritanos (Juan 4:9); pero Lucas se niega a cerrarle la
puerta a nadie.
Lucas
nos muestra a Jesús hablando con aprecio de los gentiles, a los que un judío
habría considerado impuros. Nos presenta a Jesús citando a la viuda de Sarepta y al
sirio Naamán como brillantes ejemplos (4:25-27), y alabando al centurión romano
por tener más fe que nadie en todo Israel (7:9). Lucas nos conserva aquella
gran afirmación de Jesús de que «vendrán del Oriente y del Occidente, del Norte
y del Sur, y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios» (13:29).
Lucas tiene un interés prioritario en los pobres. Cuando María trae
la ofrenda para su purificación, es la de los pobres (2:24). Cuando Jesús les
está presentando, como si dijéramos, sus credenciales a los emisarios de Juan
el Bautista, el clímax es:« a los pobres se les anuncia el Evangelio» (7:22).
Lucas es el único que nos cuenta la parábola del Rico y Lázaro (16:1931). En el
pasaje de las bienaventuranzas, Lucas no pone, como Mateo (5:3):
«Bienaventurados los pobres en espíritu»; sino «Bienaventurados vosotros los
pobres» (Lucas 6:20). Algunos han llamado a Lucas «el evangelio de los
marginados». Y es verdad que a Lucas se le conmueve el corazón ante cualquiera
que se enfrenta con la vida en inferioridad de condiciones.
Por encima de todo Lucas nos presenta a Jesús como el amigo de los marginados y
de los pecadores.
Lucas es el único que nos habla de la mujer que ungió los pies de Jesús y los
lavó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos en casa del fariseo Simón
(7:36-50); de Zaqueo, el publicano colaboracionista (19:1-10); del ladrón
arrepentido (23:43), y Lucas es el único que nos ha conservado la inmortal parábola
del Hijo Pródigo y de su amante padre (15:11-32). Cuando Mateo nos cuenta que
Jesús envió a predicar a sus discípulos, nos dice que Jesús les advirtió
expresamente que no fueran a los samaritanos ni a los gentiles (Mateo 10:5);
pero Lucas omite esa limitación (9:1-6). Los cuatro evangelistas citan el
pasaje de Isaías 40 cuando dan el mensaje de Juan el Bautista: «Preparad el
camino del Señor, enderezad sus sendas»; pero sólo Luca sigue la cita hasta su conclusión
triunfal: « Y verá toda carne -es decir, todo el género humano- la salvación de
Dios» (Isaías 40:35; Mateo 3: 3; Marcos 1:3; Juan 1:23; Lucas 3: 4, 6).
Sin
duda alguna Lucas es un libro maravilloso que vale la pena leer tomando en
cuenta lo antes mencionado. Definitivamente Lucas es entre todos los evangelistas
el que no le ve límites al amor de Dios.