28 de octubre de 2011

¿Los niños se van al cielo?

¿Los niños se van al cielo? Quizás en algún momento de tu vida te has hecho esa pregunta, o simplemente has escuchado todo tipo de enseñanzas que tratan de responderla. El propósito de este estudio es analizar esta doctrina a la luz de la Biblia y fortalecer nuestras convicciones en este tema.  

Cuando nos cuestionamos si los niños se van al cielo, saltan a nuestra mente las siguientes preguntas...

1.    ¿Es necesario bautizar a los niños para salvación? ¿Vivimos bajo el pecado original?

2.    ¿Qué les sucede a los bebés y a los niños que mueren antes de ser lo suficientemente grandes como para responder al evangelio? ¿Hay una edad estipulada por Dios que los condena o los absuelve?


Respondiendo…

1.    ¿Es necesario bautizar a los niños para salvación? ¿Vivimos bajo el pecado original?

El “bautismo infantil” no está en la Biblia.  Algunos piensan que se originó a finales del Siglo II, sin embargo bautizar niños no fue la norma para la iglesia en aquella época.

Ireneo a comienzos del s. III, enseñó que el pecado de Adán robó al hombre su semejanza al creador. Tertuliano (160-220) desarrolló la doctrina más como la conocemos hoy en día, y finalmente, Cipriano hizo una conexión con la necesidad de bautizar infantes.

La enseñanza de Agustín en el siglo IV de la doctrina del “Pecado Original” fue aceptada completamente para el s. V. Agustín, a menudo considerado como “el padre de la Iglesia Católica”, enseñó que debido a Adán, cada bebé era nacido en pecado. De esta manera si algún bebé moría su alma se perdería. Para asegurarse que su alma no se perdiera se propagó esta doctrina falsa.

Las razones de la propagación de esta doctrina fueron más bien sentimentales. En el mundo antiguo la tasa de mortandad infantil era muy alta, haciendo que los papás cristianos bajaran la edad del bautismo cada vez más, hasta llegar a los bebés. Así los niños que murieran también tendrían la distinción y el honor del bautismo.

La aceptación del “bautismo infantil” como doctrina de la iglesia fue un síntoma más de cómo la iglesia se iba alejando de la Biblia y era dirigida por tradiciones humanas. Para el año 549 se vuelve “doctrina católica”. La doctrina hermana del “bautismo infantil”, “la confirmación”, tampoco tiene una base escritural.

Versión final de la doctrina en el Catecismo Católico: “Puesto que nacen con naturaleza humana caída y manchada por el pecado original, los niños necesitan también el nuevo nacimiento en el Bautismo para ser librados del poder de las tinieblas y ser trasladados al dominio de la libertad de los hijos de Dios, a la que todos los hombres están llamados. La pura gratuidad de la gracia de la salvación se manifiesta particularmente en el bautismo de niños. Por tanto, la Iglesia y los padres privarían al niño de la  gracia inestimable de ser hijo de Dios si no le administraran el Bautismo poco después de su nacimiento” (p. 358, #1250).

¿Cuál es la creencia de las iglesias conservadoras protestantes con respecto a este tema?

“Niños fueron incluidos en el pacto de gracia del AT a través del Sacramento de la Circuncisión, y en el Nuevo Pacto, Dios no ha cambiado sus intenciones a los niños. La circuncisión ha sido reemplazada por el bautismo. Así, nuestros niños deben ser llevados al pacto de gracia y unidos a Cristo a través del Bautismo como la gente de Dios en tiempos antiguos fueron llevados al pacto a través de la Circuncisión”. (Alianza de Evangélicos Confesos, 2002).

Uno de los primeros grupos en oponerse al bautismo infantil fueron los “Anabautistas”. Eran un grupo muy radical del S. XVI. Ese nombre se los pusieron sus enemigos, significa “rebautizadores”, e intentaron relacionarlos con la herejía y los persiguieron fuertemente. Ellos rechazaban el bautismo infantil porque no lo consideraban válido.

El concilio de Zurich perdió la paciencia y el 7 de marzo de 1526 decidieron que cualquiera que fuera encontrado rebautizándose se le ahogaría hasta morir. En 1529 la Dieta Imperial de Speyer proclamó a los “Anabautistas” como una herejía y que deberían ser condenados a muerte. Durante los años de Reforma, entre 4 y 5 mil fueron ejecutados por fuego, agua y espada.

Análisis bíblico de la doctrina
  • Ezequiel 18:20. La persona que peque morirá. Responsabilidad personal. 
  • Colosenses 2:12. La Fe es necesaria para la salvación en el bautismo. Un niño no tiene fe personal, por lo tanto no puede ser bautizado.
  • Hechos 2:36-39. El Bautismo también está relacionado con arrepentimiento. No hay forma de que un bebé o un niño puedan arrepentirse de sus pecados futuros y reconocer a Jesús como Señor antes de ser bautizados.
  •  Algunas personas defienden el bautismo infantil con bases en las conversiones familiares (Hechos 10, Hechos 11, Hechos 16, etc.). Pero analizando esas escrituras vemos que quienes fueron bautizados sufrieron un proceso de conversión: escucharon, entendieron, y respondieron al mensaje.
  • Eclesiastés 7:29, Romanos 7:9. Dios nos hizo perfectos, pero nosotros decidimos la maldad. Cuando Pablo creció suficiente entendió la ley de Dios y el pecado lo derrotó.
  • Deuteronomio 1:15 Dios emite su juicio contra la generación Israelita, pero excluye precisamente a los niños. Dios no atribuía culpa en ellos. No eran responsables de sus acciones. Dios nos los juzga ni los castiga.
  • Mateo 18:1-4,10. Jesús nos pide hacernos como niños para entrar en el Reino. Si los niños estaban en pecado (ya que no eran bautizados, todavía no se inventaba esa doctrina), ¿cómo era posible que Jesús nos pidiera ser como ellos?

Si revisamos algunos escritos de los Padres de la Iglesia encontramos lo siguiente:

“Dejen que los niños vengan cuando ya crecieron. Déjenlos convertirse en cristianos cuando ya son capaces de conocer a Cristo. ¿Porqué acelerar el período inocente de la vida hacia la remisión de pecados?”. (Tertuliano, 198 D.C.). 

“¿Cuánto más nosotros debemos dejar de estorbar a un infante? Porque él, no ha pecado más que el ser nacido en la carne de acuerdo a Adán, él ha contraído el contagio de la muerte antigua en su nacimiento. Por esta razón, él se acerca más fácilmente a la recepción del perdón de los pecados”. (Cipriano, 250 D.C.).

En conclusión a este punto, los bebés no necesitan ser bautizados, ya que no necesitan perdón de nada, porque no hay nada de qué perdonarlos. No necesitan ser salvados, porque ya son salvos.

2.   ¿Qué les sucede a los bebés y a los niños que mueren antes de ser lo suficientemente grandes como para responder al evangelio? ¿hay una edad estipulada por Dios que los condena o los absuelve?

Los niños revelan rebeldía como consecuencia de su carácter pero no tienen conciencia de rebelión contra Dios.

Si Dios no juzga a los niños, ¿Dónde se van cuando mueren?

Debido a que la Biblia no dice explícitamente hacia dónde van los niños cuando mueren en la infancia, parece implícito que van al cielo.

Tal vez el único pasaje en la Escritura que explícitamente habla acerca de dónde van los bebés que mueren en la infancia es 2º Samuel 12. En el contexto de este pasaje, David comete adulterio con Betsabé. El profeta Natán enfrenta con valentía a David acerca de su adulterio y le dice que el niño que Betsabé ha concebido morirá. Como resultado de esta confrontación, David confiesa su pecado y pasa la noche acostado en tierra, sin comer pan y llorando. Al séptimo día, cuando se entera de la muerte del niño, deja de llorar y ayunar y se cambia de ropas. Sus siervos le preguntan que por qué ha hecho esto y David responde: “Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? 23Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.” (2º Samuel 12:22-23).

El texto parece implicar que el niño fue al cielo ya que David dice: “Yo voy a él, mas él no volverá a mí.”, y en otros lugares de la Escritura se indica que David fue al cielo (Salmo 16:10-11; Hebreos 11:32).

Es difícil ser dogmático en cuanto a este tema, pero podemos descansar en el hecho de que Dios es santo y justo. Por lo tanto, cualquier cosa que Dios escoja hacer con los niños será lo mejor para ellos.

Conclusiones:


  • Cada persona decide libremente seguir o no a Jesús, no es por imposición tradicional. Se requiere de una Fe personal, un arrepentimiento de corazón y bautismo para la salvación.

  •  La doctrina del bautismo infantil es completamente falsa e inútil para la salvación del hombre. Es meramente una tradición religiosa.

  • No hay una edad fija que podamos estipular en que se condena o absuelve a un niño, esto porque los niños (o jóvenes) maduran en diferentes edades o siclos. Hay un momento que ellos no son consientes de la responsabilidad de sus pecados.

  •   Por tanto los niños que no son bautizados se van al cielo, y están cerca de Dios por cuanto no han cometido pecado.



 Referencias: 
  • “Enciclopedia Baker de Apologética Cristiana” “The Baker Encyclopedia of Christian Apologetics”, Norman Geisler
  • “Libro de principios Bíblicos” Iglesias Internacionales de Cristo- México y Centroamérica. 
  • Grupo MEEBI