Cuando Felipe se acercó, oyó que el etíope leía el libro de Isaías; entonces le preguntó:–¿Entiende usted lo que está leyendo?31 El etíope le contestó:¿Cómo lo voy a entender, si no hay quien me lo explique? y le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él. (Hechos 8:30-31)
Esta mañana el desayuno fue un poco fuera de lo normal, en vez de las baleadas (típicas de San Pedro Sula), sacamos la Biblia y comimos un platillo espiritual. Impulsados por la iniciativa de Geovany Clemente, quien en coordinación con su jefa está organizando charlas Bíblicas a sus trabajadores todos los lunes, fuimos invitados a impartir la clase “Como estudiar e Interpretar la Biblia”.
Fue un tiempo especial donde aprendimos el poder que tiene la palabra de Dios para transformar los corazones. Adicional a eso vimos algunas técnicas que nos ayudarán a mejorar nuestros estudios bíblicos y terminamos con un incesante tiempo de preguntas y respuestas que nos ayudaron a clarificar ciertas doctrinas de diferentes corrientes religiosas.
Oramos para que esa iniciativa pueda dar frutos en los corazones de todos los involucrados.
¡Gracias Dios!
