26 de agosto de 2014

¡El Dios que anima a los desanimados!


Cuando hablamos de animo no hay uno que no se haya sentido en su momento bajo de energías o triste o sin ganas. Cómo Cristianos quisiéramos estar siempre contentos, y vivir en un estado de éxtasis permanente, pero a veces no es así.

¿Qué tanto afecta los estados de ánimo a las personas? Mucho. Miremos lo que nos dice proverbios.


Proverbios 17:22
Buen remedio es el corazón alegre,
pero el ánimo triste resta energías.

Hay estudios que demuestran que las personas que siempre están animadas, se recuperan más rápido de una enfermedad e incluso viven más años que las demás personas.  

Dice la Biblia que el corazón alegre sirve de remedio. Mi estado de ánimo puede curar, llevar salud, llevar energía, alegrar un ambiente, o puede hacer todo lo contrario.

La Biblia nos orienta cuando deambulamos entre el ánimo y el desanimo, miremos Santiago 5:13 “Si alguno está afligido, que ore, si alguno está contento, que cante alabanzas”.

En muchas ocasiones he aplicado esas exhortaciones en mi vida, me he encontrado alabando a Dios, y me he encontrado de rodillas orándole a Dios por ánimo.

Son diferentes situaciones que las nos pueden desanimar, así que veremos una escritura que me inspira y me levanta el ánimo. Veremos una escena en la vida de Pablo en el que muchas cosas podrían haber tumbado su ánimo.

2 Corintios 7:1-7
4  Tengo mucha franqueza para hablarles y estoy muy orgulloso de ustedes. En medio de
todo lo que sufrimos, me siento muy animado y lleno de gozo.5  Desde que llegamos a
Macedonia, no hemos tenido ningún descanso, sino que en todas partes hemos encontrado
dificultades: luchas a nuestro alrededor y temores en nuestro interior.6 Pero Dios, que  
anima a los desanimados, nos animó con la llegada de Tito;7  y no solamente con su
llegada, sino también por el hecho de que él se sentía muy animado a causa de ustedes. Él
nos habló de lo mucho que ustedes desean vernos, y nos contó de la tristeza que sienten y
de su preocupación por mí; y con todo esto me alegré más todavía.

V4. “En medio de todo lo que sufrimos me siento muy animado y lleno de gozo”…

Imagínate las palabras de Pablo…
En medio de los sufrimientos, en medio de tantas luchas espirituales, y de tanta preocupación por las iglesias se sentía “Animado”…

Miremos detenidamente lo que estaba pasando:
ü  Desde que llegamos a macedonia no hemos tenido ningún descanso.
ü  En todas partes hemos encontrado dificultades… (problemas por todos lados, situaciones difíciles).
ü  Luchas a nuestro alrededor
ü  Temores en nuestro interior

A veces  no solo luchamos con cansancio físico que nos desanima, ni con dificultades de la vida diaria (en el trabajo, en la vida cotidiana) sino que también vienen a nuestro corazón luchas internas (inseguridades, pensamientos negativos, dudas, miedos) que hacen que lleguemos a desanimarnos.

Pero vemos a Pablo enfrentando de todo, y expresando “Me siento animado y lleno de gozo”…

¿Cuál es la clave? … Miremos el versículo 6.

V.6 Pero Dios, que anima a los desanimados, nos animó con la llegada de Tito;

¡Dios anima a los desanimados!
Dios se encarga de animarnos, de levantarnos, de llenarnos de llenarnos de esperanza. Nuestro Dios pone detalles en nuestra vida cargados de fuerzas para levantar nuestro ánimo. Nuestro Dios es poderoso.

Jesús es descrito en Isaías 42:4 como un hombre cuyo ánimo no se quebraría.  (No descansará ni su ánimo se quebrará). A pesar de lo que Jesús vivió, nunca renunció a su tarea, nunca dejó de amar, de perdonar, de servir aunque la situaciones a su alrededor fueran difíciles. ¿Dónde encontraba Jesús las fuerzas para soportar todo eso y a la vez estar animado? Definitivamente en Dios.

Es una gran bendición contar con nuestro Padre, saber que está peleando nuestras batallas, que está sosteníendonos en nuestra Fe, y que tarde o temprano se mostrará glorioso en nuestra vida y en la situación que estemos viviendo.

Me llena de compasión saber que hay miles de personas en el mundo que se suicidan de tristeza, de desilusión, de angustia, pero nosotros los Cristianos tenemos a un Dios que anima a los desanimados.

Que especial hermano, vayamos siempre a orarle a ese Dios y a cargar pilas bajo su misericordia.

Los dejo con la siguiente escritura…Dios los bendiga.


1 Tesalonicenses 5:11
Por eso, anímense y fortalézcanse unos a otros, tal como ya lo están haciendo.