1 Pedro 1:13 Por
eso, estén preparados y usen de su buen juicio. Pongan toda su esperanza en lo
que Dios en su bondad les va a dar cuando Jesucristo aparezca.
No hay nada más
emocionante que pensar en el día en que recibamos todas las promesas de Dios,
aquellas que están el cielo y que trae Jesús para nosotros. Pensar en esto pone
ilusión a nuestras vidas.
Como cristianos
nos vemos tentados a desviar nuestra mirada y fijarla en cosas que no son
relevantes para nuestra Fe, muchas veces nos decepcionan personas o cosas en
las cuales hemos puesto nuestra ilusión ... Pero Dios nos dice que
"Pongamos TODA nuestra esperanza" no en las personas, no en las
preocupaciones, sino en aquellas cosas que están aguardando por nosotros en el
cielo.
Ese día será tan
personal entre Dios y nosotros, nuestra piel se pondrá chinita, no podremos quitar
nuestra vista del maestro, no podremos borrar nuestra sonrisa de la cara, nos
sentiremos inmensamente inmerecedores de tan gigantescas bendiciones,
sentiremos que Dios excedió cualquier idea o expectativa que tengamos, tendremos
un deseo ferviente por postrarnos y alabarle y nuestras lágrimas correrán como ríos
sin poder detenerlas… ¡Aquel momento será grandioso! no hará otro momento mejor
desde que respiramos por primera vez en este mundo… Es en esas cosas debemos de
pensar para poder un día llegar allí, esas promesas nos hace enfrentar la vida
cristiana de manera diferente…
Las personas… los
momentos difíciles que experimentamos aún en nuestra iglesia… la enfermedad o
dificultades económicas no serán nada comparado con aquello por lo que hemos
esperando toda una vida.
¡Pongamos nuestra
esperanza en esas promesas y en Dios a quien amamos!
Un abrazo queridos
hermanos!