21 de julio de 2014

Lo mejor de Dios Padre para sus hijos


Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan.
Mateo 7:11

Ver a nuestros hijos reír, correr, hablar, dormir, nos hace sentirnos agradecidos con la oportunidad de ser Padres, y nos hace entender que han llenado un espacio en nuestra vida que es único. Escucharlos decir “Papá” o “Mamá” es tan satisfactorio como escuchar nuestra música favorita.


Ese sentimiento de verlos y querer darles lo mejor, como una respuesta hacia toda la felicidad que nos hacen sentir. Los verdaderos Padres sueñan con darle lo mejor a sus hijos.

Pensemos en Dios. Esta escritura hace que vallamos más allá de ver la forma en que Dios nos ama. Dios nos dice: “Ustedes ni se imaginan lo que es querer dar lo mejor a sus hijos, aún el Padre más amoroso y soñador de este mundo se queda corto comparado con el deseo que yo tengo de darles lo mejor a ustedes”.

El amor de Dios para sus hijos es supremo, pleno, infinito… nuestros deseos para nuestros hijos son minúsculos comparados con los deseos que tiene Dios de darnos lo mejor a nosotros.

Cuando pienses que Dios no te ama, que no sueña por tu vida, que no desea lo mejor para ti, lee esta escritura y entiende las palabras de Dios…Si ustedes siendo pecadores saben dar cosas buenas a sus hijos, imagínate yo, que soy puro, santo, que amo con un amor perfecto…cuanto más yo tengo sueños y deseo darte lo mejor.

Alabado sea nuestro Padre, que nos ama más de lo que podemos pensar o creer y que está dispuesto siempre a darnos lo mejor.